Explicación, estudio y comentario bíblico de Hechos 20:13-21 verso por verso
Habiendo ido nosotros al barco con anticipación, navegamos hasta Asón para recibir a Pablo allí, pues así lo había dispuesto, debiendo ir él por tierra.
Cuando se reunió con nosotros en Asón, le tomamos a bordo y fuimos a Mitilene.
Navegamos de allí al día siguiente y llegamos frente a Quío. Al otro día, atracamos en Samos, y llegamos a Mileto al próximo día,
pues Pablo había decidido pasar de largo a Éfeso para no detenerse en Asia; porque, de serle posible, se apresuraba para pasar el día de Pentecostés en Jerusalén.
Desde Mileto, Pablo envió a Éfeso e hizo llamar a los ancianos de la iglesia.
Cuando ellos llegaron a él, les dijo: “Ustedes saben bien cómo me he comportado con ustedes todo el tiempo, desde el primer día que llegué a Asia,
sirviendo al Señor con toda humildad y con muchas lágrimas y pruebas que me vinieron por las asechanzas de los judíos.
Y saben que no he rehuido el anunciarles nada que les fuera útil, y el enseñarles públicamente y de casa en casa,
testificando a los judíos y a los griegos acerca del arrepentimiento para con Dios y la fe en nuestro Señor Jesús.