Explicación, estudio y comentario bíblico de Hechos 20:31-34 verso por verso
Por tanto, velen, acordándose que por tres años, de noche y de día, no cesé de amonestar con lágrimas a cada uno.
“Y ahora, hermanos, les encomiendo a Dios y a la palabra de su gracia, a aquel que tiene poder para edificar y para dar herencia entre todos los santificados.
“No he codiciado ni la plata ni el oro ni el vestido de nadie.
Ustedes saben que estas manos proveyeron para mis necesidades y para aquellos que estaban conmigo.