Explicación, estudio y comentario bíblico de Hechos 21:10-14 verso por verso
Y mientras permanecíamos allí por varios días, un profeta llamado Agabo descendió de Judea.
Al llegar a nosotros, tomó el cinto de Pablo, se ató los pies y las manos, y dijo: — Esto dice el Espíritu Santo: “Al hombre a quien pertenece este cinto, lo atarán así los judíos en Jerusalén, y le entregarán en manos de los gentiles”.
Cuando oímos esto, nosotros y también los de aquel lugar le rogamos que no subiera a Jerusalén.
Entonces Pablo respondió: — ¿Qué hacen llorando y quebrantándome el corazón? Porque yo estoy listo no solo a ser atado, sino también a morir en Jerusalén por el nombre del Señor Jesús.
Como él no se dejaba persuadir, desistimos diciendo: — Que se haga la voluntad del Señor.