Explicación, estudio y comentario bíblico de Hechos 21:13-23 verso por verso
Entonces Pablo respondió: — ¿Qué hacen llorando y quebrantándome el corazón? Porque yo estoy listo no solo a ser atado, sino también a morir en Jerusalén por el nombre del Señor Jesús.
Como él no se dejaba persuadir, desistimos diciendo: — Que se haga la voluntad del Señor.
Después de estos días, habiendo hecho los preparativos, subimos a Jerusalén.
También vinieron con nosotros unos discípulos de Cesarea, trayendo consigo a un tal Mnasón de Chipre, discípulo antiguo, en cuya casa nos hospedaríamos.
Cuando llegamos a Jerusalén, los hermanos nos recibieron de buena voluntad.
Al día siguiente, Pablo entró con nosotros para ver a Jacobo, y todos los ancianos se reunieron.
Después de saludarlos, les contaba una por una todas las cosas que Dios había hecho entre los gentiles por medio de su ministerio.
Cuando lo oyeron, glorificaron a Dios. Y le dijeron: — Tú ves, hermano, cuántos miles de judíos hay que han creído; y todos son celosos por la ley.
Pero se les ha informado acerca de ti, que tú enseñas a apartarse de Moisés a todos los judíos que están entre los gentiles, diciéndoles que no circunciden a sus hijos ni anden según nuestras costumbres.
¿Qué hay, pues, de esto? Seguramente oirán que has venido.
Por tanto, haz esto que te decimos. Entre nosotros hay cuatro hombres que han hecho votos.