Explicación, estudio y comentario bíblico de Hechos 23:2-3 verso por verso
Y el sumo sacerdote Ananías mandó a los que estaban a su lado, que le golpearan en la boca.
Entonces Pablo dijo: — ¡Dios te ha de golpear a ti, pared blanqueada! Tú estás sentado para juzgarme conforme a la ley; y quebrantando la ley, ¿mandas que me golpeen?