Explicación, estudio y comentario bíblico de Hechos 23:23-35 verso por verso
Entonces el tribuno llamó a dos de los centuriones y dijo: — Para las nueve de la noche preparen doscientos soldados, más setenta de caballería y doscientos lanceros para que vayan a Cesarea.
A la vez, ordenó que proveyeran cabalgaduras para que Pablo montara, y le llevaran a salvo al procurador Félix.
También escribió una carta en estos términos:
Claudio Lisias, al excelentísimo procurador Félix. Saludos.
Cuando este hombre fue prendido por los judíos y estaba a punto de ser muerto por ellos, yo le rescaté acudiendo con la tropa, habiendo entendido que era romano.
Queriendo saber el delito por el cual le acusaban, le hice bajar al Sanedrín de ellos.
Hallé que era acusado de cuestiones de la ley de ellos, pero sin ninguna acusación de crimen digno de muerte o de prisión.
Pero como se me informó que habría un complot contra el hombre, inmediatamente le envié a ti y he informado también a sus acusadores que declaren delante de ti lo que tienen contra él.
Por tanto, de acuerdo con las órdenes que habían recibido, los soldados tomaron a Pablo y le llevaron de noche a Antípatris.
Y al día siguiente, dejando que la caballería siguiera con él, regresaron a la fortaleza.
Después de llegar a Cesarea y entregar la carta al procurador, presentaron también a Pablo delante de él.
El procurador leyó la carta y le preguntó de qué provincia era. Informado que era de Cilicia, dijo:
— Oiré tu causa cuando vengan tus acusadores. Y mandó que le guardaran en el Pretorio de Herodes.