Explicación, estudio y comentario bíblico de Hechos 23:8-12 verso por verso
porque los saduceos dicen que no hay resurrección, ni ángeles, ni espíritus; pero los fariseos afirman todas estas cosas.
Se levantó un gran vocerío, y algunos de los escribas del partido de los fariseos se levantaron y contendían diciendo: — No hallamos ningún mal en este hombre. ¿Y qué hay si un espíritu o un ángel le ha hablado?
Como hubo grande disensión, el tribuno, temiendo que Pablo fuese despedazado, mandó a los soldados que bajaran para arrebatarlo de en medio de ellos y llevarlo a la fortaleza.
A la noche siguiente se le presentó el Señor y le dijo: “Sé valiente, Pablo, pues así como has testificado de mí en Jerusalén, así es necesario que testifiques también en Roma”.
Cuando llegó el día, los judíos tramaron un complot y se juraron bajo maldición, diciendo que no comerían ni beberían hasta que hubieran dado muerte a Pablo.