Explicación, estudio y comentario bíblico de Hechos 24:1-13 verso por verso
Cinco días después, descendió el sumo sacerdote Ananías con algunos de los ancianos y un orador, un cierto Tértulo. Ellos comparecieron delante del procurador contra Pablo.
Y al ser llamado este, Tértulo comenzó a acusarle diciendo: — Puesto que gozamos de mucha paz, gracias a ti, y se están realizando reformas en beneficio de esta nación debido a tu prudencia,
oh excelentísimo Félix, siempre y en todo lugar lo aceptamos con toda gratitud.
Pero para no molestarte más largamente, te ruego que nos escuches brevemente, conforme a tu equidad.
Porque hemos hallado que este hombre es una plaga, y es promotor de sediciones entre los judíos de todo el mundo y cabecilla de la secta de los nazarenos.
Intentó también profanar el templo, pero le prendimos.
Al examinarle, tú mismo podrás saber todas estas cosas de las que le acusamos.
También los judíos lo confirmaban, alegando que estas cosas eran así.
Entonces, cuando el procurador le dio señal para hablar, Pablo contestó: — Sabiendo que por muchos años has sido juez de esta nación, con confianza expondré mi defensa.
Tú puedes cerciorarte de que no hace más de doce días que subí a Jerusalén para adorar.
No me hallaron disputando con nadie en el templo, ni provocando tumultos del pueblo, ni en las sinagogas ni en la ciudad.
Tampoco pueden ellos comprobarte las cosas de las que ahora me acusan.