Explicación, estudio y comentario bíblico de Hechos 25:2-13 verso por verso
Entonces los principales sacerdotes y los dirigentes de los judíos se presentaron ante él contra Pablo, y le rogaban
pidiendo contra él, el favor de que le hiciera traer a Jerusalén. Mientras tanto, ellos preparaban una emboscada para asesinarle en el camino.
Pero Festo respondió que Pablo estaba custodiado en Cesarea, y que en breve él mismo partiría para allá.
Dijo: — Los que puedan de entre ustedes desciendan conmigo; y si hay alguna falta en este hombre, acúsenle.
Después de detenerse entre ellos no más de ocho o diez días, descendió a Cesarea; y al día siguiente, se sentó en el tribunal y mandó que Pablo fuera traído.
Cuando llegó, le rodearon los judíos que habían descendido de Jerusalén, haciendo muchas y graves acusaciones contra él, las cuales no podían probar;
mientras que Pablo decía en su defensa: — En nada he pecado, ni contra la ley de los judíos, ni contra el pueblo, ni contra el César.
Pero Festo, queriendo congraciarse con los judíos, respondió a Pablo y dijo: — ¿Quieres subir a Jerusalén para ser juzgado allí delante de mí acerca de estas cosas?
Pablo respondió: — Ante el tribunal del César estoy, donde me corresponde ser juzgado. A los judíos no he hecho ninguna injusticia, como tú muy bien lo sabes.
Si estoy haciendo alguna injusticia o si he hecho alguna cosa digna de muerte, no rehúso morir; pero si no hay nada de cierto en las cosas de las que estos me acusan, nadie puede entregarme a ellos. Yo apelo al César.
Entonces Festo, habiendo consultado con el consejo, respondió: — Al César has apelado. ¡Al César irás!
Pasados algunos días, el rey Agripa y Berenice fueron a Cesarea para saludar a Festo.