Explicación, estudio y comentario bíblico de Hechos 4:13-23 verso por verso
Y viendo la valentía de Pedro y de Juan, y teniendo en cuenta que eran hombres sin letras e indoctos, se asombraban y reconocían que habían estado con Jesús.
Pero, ya que veían de pie con ellos al hombre que había sido sanado, no tenían nada que decir en contra.
Entonces les mandaron que salieran fuera del Sanedrín y deliberaban entre sí,
diciendo: — ¿Qué hemos de hacer con estos hombres? Porque de cierto, es evidente a todos los que habitan en Jerusalén que una señal notable ha sido hecha por medio de ellos, y no lo podemos negar.
Pero para que no se divulgue cada vez más entre el pueblo, amenacémosles para que de aquí en adelante no hablen a ninguna persona en este nombre.
Entonces los llamaron y les ordenaron terminantemente que no hablaran ni enseñaran en el nombre de Jesús.
Pero respondiendo Pedro y Juan, les dijeron: — Juzguen ustedes si es justo delante de Dios obedecerles a ustedes antes que a Dios.
Porque nosotros no podemos dejar de decir lo que hemos visto y oído.
Y después de amenazarles más, ellos les soltaron, pues por causa del pueblo no hallaban ningún modo de castigarles; porque todos glorificaban a Dios por lo que había acontecido,
pues el hombre en quien había sido hecho este milagro de sanidad tenía más de cuarenta años.
Una vez sueltos, fueron a los suyos y les contaron todo lo que los principales sacerdotes y los ancianos les habían dicho.