Explicación, estudio y comentario bíblico de Hechos 7:26-34 verso por verso
Al día siguiente, él se presentó a unos que estaban peleando y trataba de ponerlos en paz diciendo: “¡Hombres, son hermanos! ¿Por qué se maltratan el uno al otro?”.
Entonces, el que maltrataba a su prójimo le rechazó diciendo: ¿Quién te ha puesto por gobernador y juez sobre nosotros?
¿Acaso quieres tú matarme como mataste ayer al egipcio?.
Al oír esta palabra, Moisés huyó y vivió exiliado en la tierra de Madián, donde engendró dos hijos.
»Cuarenta años después, un ángel le apareció en el desierto del monte Sinaí, en la llama de fuego de una zarza.
Cuando Moisés lo vio, se asombró de la visión; pero al acercarse para mirar, le vino la voz del Señor:
“Yo soy el Dios de tus padres, el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob”. Pero Moisés, temblando, no se atrevía a mirar.
Le dijo el Señor: “Quita las sandalias de tus pies, porque el lugar donde estás es tierra santa.
He mirado atentamente la aflicción de mi pueblo en Egipto. He oído el gemido de ellos y he descendido para librarlos. Ahora, pues, ven, y te enviaré a Egipto”.