• Hechos 8:2

    Unos hombres piadosos sepultaron a Esteban, e hicieron gran lamentación por él.

  • Hechos 8:3

    Entonces Saulo asolaba a la iglesia. Entrando de casa en casa, arrastraba tanto a hombres como a mujeres y los entregaba en la cárcel.

  • Hechos 8:4

    Entonces, los que fueron esparcidos anduvieron anunciando la palabra.

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