Explicación, estudio y comentario bíblico de Hechos 8:27-30 verso por verso
Él se levantó y fue. Y he aquí un eunuco etíope, un alto funcionario de Candace, la reina de Etiopía, quien estaba a cargo de todos sus tesoros y que había venido a Jerusalén para adorar,
regresaba sentado en su carro leyendo el profeta Isaías.
El Espíritu dijo a Felipe: “Acércate y júntate a ese carro”.
Y Felipe corriendo le alcanzó y le oyó que leía el profeta Isaías. Entonces le dijo: — ¿Acaso entiendes lo que lees?