• Hechos 8:38

    Y mandó parar el carro. Felipe y el eunuco descendieron ambos al agua, y él le bautizó.

  • Hechos 8:39

    Cuando subieron del agua, el Espíritu del Señor arrebató a Felipe. Y el eunuco no le vio más, pues seguía su camino gozoso.

  • Hechos 8:40

    Pero Felipe se encontró en Azoto, y pasando por allí, anunciaba el evangelio en todas las ciudades, hasta que llegó a Cesarea.

Continúa después de la publicidad