• Hechos 8:7

    Porque de muchas personas salían espíritus inmundos, dando grandes gritos, y muchos paralíticos y cojos eran sanados;

  • Hechos 8:8

    de modo que había gran regocijo en aquella ciudad.

  • Hechos 8:9

    Hacía tiempo había en la ciudad cierto hombre llamado Simón, que practicaba la magia y engañaba a la gente de Samaria, diciendo ser alguien grande.

  • Hechos 8:10

    Todos estaban atentos a él, desde el más pequeño hasta el más grande, diciendo: “¡Este sí que es el Poder de Dios, llamado Grande!”.

  • Hechos 8:11

    Le prestaban atención, porque con sus artes mágicas les había asombrado por mucho tiempo.

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