Explicación, estudio y comentario bíblico de Hechos 9:8-15 verso por verso
Entonces Saulo fue levantado del suelo, y aun con los ojos abiertos no veía nada. Así que, guiándole de la mano, le condujeron a Damasco.
Por tres días estuvo sin ver, y no comió ni bebió.
Había cierto discípulo en Damasco llamado Ananías, y el Señor le dijo en visión: — Ananías. Él respondió: — Heme aquí, Señor.
El Señor le dijo: — Levántate, ve a la calle que se llama La Derecha y busca en casa de Judas a uno llamado Saulo de Tarso; porque he aquí él está orando,
y en una visión ha visto a un hombre llamado Ananías que entra y le pone las manos encima para que recobre la vista.
Entonces Ananías respondió: — Señor, he oído a muchos hablar acerca de este hombre, y de cuántos males ha hecho a tus santos en Jerusalén.
Aun aquí tiene autoridad de parte de los principales sacerdotes para tomar presos a todos los que invocan tu nombre.
Y le dijo el Señor: — Ve, porque este hombre me es un instrumento escogido para llevar mi nombre ante los gentiles, los reyes y los hijos de Israel.