Explicación, estudio y comentario bíblico de Hageo 1:8-37 verso por verso
Suban al monte, traigan madera y reedifiquen el templo. Yo tendré satisfacción en ello y seré honrado, ha dicho el SEÑOR.
Pero ustedes buscan mucho y hallan poco; y lo que llevan a casa, de un soplo yo lo hago desaparecer. ¿Por qué?, dice el SEÑOR de los Ejércitos. Porque mi casa está en ruinas, mientras que cada uno de ustedes se ocupa de su propia casa.
Por eso, por causa de ustedes, los cielos retuvieron la lluvia y la tierra retuvo su fruto.
Además, llamé la sequía sobre la tierra y sobre los montes; sobre el trigo, sobre el vino nuevo, sobre el aceite y sobre todo lo que la tierra produce; sobre los hombres, sobre el ganado y sobre todo trabajo de las manos”.
Zorobabel hijo de Salatiel, el sumo sacerdote Josué hijo de Josadac, y todo el remanente del pueblo escucharon la voz del SEÑOR su Dios y las palabras del profeta Hageo, como lo había enviado el SEÑOR su Dios. Y el pueblo temió ante la presencia del SEÑOR.
Entonces Hageo, mensajero del SEÑOR, habló al pueblo con el mensaje del SEÑOR, diciendo: “Yo estoy con ustedes”, dice el SEÑOR.
Y el SEÑOR despertó el espíritu de Zorobabel hijo de Salatiel, gobernador de Judá, el espíritu de Josué, hijo de Josadac, sumo sacerdote, y el espíritu de todo el remanente del pueblo, y ellos acudieron y emprendieron la obra de la casa del SEÑOR de los Ejércitos, su Dios,
en el día veinticuatro del mes sexto del segundo año del rey Darío.