Explicación, estudio y comentario bíblico de Isaías 1:2-6 verso por verso
Oigan, cielos; y escucha, tierra, porque habla el SEÑOR: “Crié hijos y los engrandecí, pero ellos se rebelaron contra mí.
El buey conoce a su dueño y el asno el pesebre de su amo; pero Israel no conoce; mi pueblo no entiende”.
¡Ay, nación pecadora, pueblo cargado de iniquidad, descendencia de malhechores, hijos depravados! Han abandonado al SEÑOR, han despreciado al Santo de Israel y se han vuelto atrás.
¿Para qué han de ser golpeados aún? Pues todavía persistirán en rebelarse. Toda cabeza está dolorida y todo corazón está enfermo.
Desde la planta del pie hasta la cabeza no hay en ella parte sana, sino heridas, golpes y llagas recientes. No han sido curadas ni vendadas ni suavizadas con aceite.