Explicación, estudio y comentario bíblico de Isaías 10:1-8 verso por verso
¡Ay de los que establecen leyes inicuas y dictan decretos opresivos
para apartar del juicio a los pobres, para privar de sus derechos a los afligidos de mi pueblo, para hacer de las viudas su botín y para despojar a los huérfanos!
¿Qué harán en el día del castigo y de la devastación que vendrá de lejos? ¿A quién huirán a pedir auxilio, y dónde dejarán su gloria?
No queda más que agacharse entre los prisioneros y caer entre los muertos. A pesar de todo esto, no ha cesado su furor, y su mano todavía está extendida.
“¡Ay de Asiria, la vara de mi ira! Pues en su mano está puesto el garrote de mi furor.
La mandaré contra una nación impía, y la enviaré contra el pueblo que es objeto de mi indignación, a fin de que capture botín y tome despojos, a fin de que lo ponga para ser pisoteado como el lodo de las calles.
“Pero ella no lo imaginará así ni su corazón lo pensará de esta manera. Más bien, la intención de su corazón será destruir y exterminar no pocas naciones.
Porque él dice: ‘Mis príncipes, ¿no son todos reyes?