Explicación, estudio y comentario bíblico de Isaías 15:4-23 verso por verso
Claman Hesbón y Eleale; hasta Jahaz se oye su voz. Por eso gritan los hombres armados de Moab; el alma de cada uno desmaya.
“Mi corazón da gritos por Moab. Sus fugitivos se extienden hasta Zoar, hasta Eglat-selisiyá. Por la cuesta de Lujit suben con llanto; por el camino de Horonaim levantan clamor de quebranto.
Pues las aguas de Nimrim quedan desoladas. Ciertamente se seca la hierba; se extingue el pasto; no hay verdor.
Por eso, las riquezas que han adquirido y las que han almacenado, las llevan al torrente de los sauces.
Porque el griterío ha rodeado las fronteras de Moab; hasta Eglaim ha llegado su gemido, y hasta Beer-elim su clamor.
Ciertamente las aguas de Dibón se llenan de sangre; pero yo aún traeré sobre Dibón otras cosas: leones contra los fugitivos de Moab, y contra los sobrevivientes de la tierra.