Explicación, estudio y comentario bíblico de Isaías 21:2-9 verso por verso
Dura visión me ha sido revelada. El traidor traiciona, y el destructor destruye. ¡Sube, oh Elam! ¡Asedia, oh Media! Hice cesar todo su gemido.
Por tanto, mis lomos se han estremecido de dolor; convulsiones se han apoderado de mí, como las convulsiones de una mujer que da a luz. Estoy tan entristecido que no lo puedo oír, y tan espantado que no lo puedo ver.
Mi mente divaga; el terror se ha apoderado de mí. El anochecer que yo anhelaba se me ha convertido en temblor.
Preparan la mesa, arreglan los asientos, comen y beben. ¡Levántense, oh jefes; saquen brillo a los escudos!
Porque así me dice el Señor: — Anda, pon un centinela que anuncie lo que vea.
Cuando vea carros, parejas de jinetes, gente montada en asnos y gente montada en camellos, escuche él con atención, con mucha atención.
Y el centinela gritó: — Oh Señor, sobre la torre del centinela estoy de pie continuamente de día, y todas las noches estoy apostado en mi guardia.
Y he aquí que esto es lo que viene: ¡Hombres en carros y parejas de jinetes! Después habló y dijo: — ¡Ha caído; ha caído Babilonia! Todos los ídolos de sus dioses fueron rotos contra el suelo.