Explicación, estudio y comentario bíblico de Isaías 26:1-10 verso por verso
En aquel día se cantará este cántico en la tierra de Judá: Tenemos una ciudad fortificada; Dios ha puesto la salvación como muros y antemuros.
Abran las puertas, y entrará la nación justa que guarda la fidelidad.
Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera, porque en ti ha confiado.
Confíen en el SEÑOR para siempre, porque el SEÑOR es la Roca de la eternidad.
Pues él abatió a los que moraban en lo alto; humilló hasta la tierra a la ciudad enaltecida; la derribó hasta el polvo.
El pie la pisoteará, los pies de los afligidos, los pasos de los necesitados.
La rectitud es el camino para el justo. Tú, que eres recto, allana la senda del justo.
Ciertamente, siguiendo el camino de tus juicios te hemos esperado, oh SEÑOR; tu nombre y tu memoria son el deseo de nuestra alma.
Mi alma te espera en la noche; mientras haya aliento en mí, madrugaré a buscarte. Porque cuando tus juicios se manifiestan en la tierra, los habitantes del mundo aprenden justicia.
Aunque se le tenga piedad al impío, no aprende justicia; en tierra de rectitud hace iniquidad y no considera la majestad del SEÑOR.