Explicación, estudio y comentario bíblico de Isaías 26:8-11 verso por verso
Ciertamente, siguiendo el camino de tus juicios te hemos esperado, oh SEÑOR; tu nombre y tu memoria son el deseo de nuestra alma.
Mi alma te espera en la noche; mientras haya aliento en mí, madrugaré a buscarte. Porque cuando tus juicios se manifiestan en la tierra, los habitantes del mundo aprenden justicia.
Aunque se le tenga piedad al impío, no aprende justicia; en tierra de rectitud hace iniquidad y no considera la majestad del SEÑOR.
Oh SEÑOR, levantada está tu mano, pero ellos no la ven. Que vean el celo por tu pueblo y se avergüencen; que también los consuma el fuego para tus enemigos.