Explicación, estudio y comentario bíblico de Isaías 27:3-4 verso por verso
Yo, el SEÑOR, la guardo. A cada momento la riego; y para que nadie la dañe, de día y de noche la guardo.
Ya no hay furor en mí. ¿Quién pondrá contra mí espinos y cardos en batalla? Yo irrumpiré contra ellos y los quemaré a una,