Explicación, estudio y comentario bíblico de Isaías 29:18-24 verso por verso
En aquel tiempo los sordos oirán las palabras del libro, y los ojos de los ciegos verán desde la oscuridad y las tinieblas.
Entonces los humildes volverán a alegrarse en el SEÑOR, y los más necesitados de los hombres se regocijarán en el Santo de Israel.
Porque se habrá acabado el tirano, y el burlador habrá sido exterminado. Serán eliminados todos los que están a la expectativa para hacer el mal,
los que hacen pecar al hombre en palabra, los que ponen trampas para hacer caer al que amonesta en la puerta de la ciudad, los que con argumentos vacíos desvían al justo.
Por tanto, el SEÑOR, que redimió a Abraham, ha dicho así a la casa de Jacob: “Ahora Jacob no será avergonzado más, ni tampoco palidecerá ahora su rostro.
Porque sus descendientes, al ver en medio de ellos la obra de mis manos, santificarán mi nombre. Santificarán al Santo de Jacob y temerán al Dios de Israel.
Los extraviados de espíritu conocerán el entendimiento, y los murmuradores aprenderán la lección.