Explicación, estudio y comentario bíblico de Isaías 3:2-8 verso por verso
Quitará al valiente y al hombre de guerra, al juez y al profeta, al adivino y al anciano,
al jefe de cincuenta y al hombre respetable, al consejero y al excelente artesano, y al experto encantador.
Les pondré muchachos por magistrados, y los caprichosos se enseñorearán de ellos.
En medio del pueblo el hombre oprimirá al hombre, y cada cual a su prójimo. El joven será insolente con el anciano, y el ruin con el noble.
Cuando alguno eche mano de su hermano en la casa de su padre y le diga: “Tú que tienes ropa, sé nuestro jefe y toma en tus manos esta ruina”,
él alzará la voz en aquel día diciendo: “Yo no seré sanador, pues en mi casa no hay comida ni vestido. No me pongan por jefe del pueblo”.
Porque Jerusalén ha tropezado, y Judá ha caído; pues la lengua de ellos y sus obras son contrarias al SEÑOR y desafían la presencia de su majestad.