• Isaías 3:5

    En medio del pueblo el hombre oprimirá al hombre, y cada cual a su prójimo. El joven será insolente con el anciano, y el ruin con el noble.

  • Isaías 3:6

    Cuando alguno eche mano de su hermano en la casa de su padre y le diga: “Tú que tienes ropa, sé nuestro jefe y toma en tus manos esta ruina”,

  • Isaías 3:7

    él alzará la voz en aquel día diciendo: “Yo no seré sanador, pues en mi casa no hay comida ni vestido. No me pongan por jefe del pueblo”.

  • Isaías 3:8

    Porque Jerusalén ha tropezado, y Judá ha caído; pues la lengua de ellos y sus obras son contrarias al SEÑOR y desafían la presencia de su majestad.

  • Isaías 3:9

    Su parcialidad los acusa. Como Sodoma, expresan su pecado y no lo disimulan. ¡Ay de ellos, porque para sí mismos han producido el mal!

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