Explicación, estudio y comentario bíblico de Isaías 3:8-23 verso por verso
Porque Jerusalén ha tropezado, y Judá ha caído; pues la lengua de ellos y sus obras son contrarias al SEÑOR y desafían la presencia de su majestad.
Su parcialidad los acusa. Como Sodoma, expresan su pecado y no lo disimulan. ¡Ay de ellos, porque para sí mismos han producido el mal!
Digan a los justos que les irá bien, que comerán del fruto de sus hechos.
¡Ay de los impíos! Les irá mal, porque les será hecho conforme a las obras de sus manos.
¡Oh pueblo mío! Sus opresores son muchachos, y mujeres se enseñorean de él. Pueblo mío, los que te guían te hacen errar y confunden el rumbo de tus caminos.
El SEÑOR está de pie para litigar; está a punto de juzgar a su pueblo.
El SEÑOR entrará en juicio contra los ancianos y contra los magistrados de su pueblo. “Porque ustedes han consumido la viña, y el despojo del pobre está en sus casas.
¿Qué motivos tienen para aplastar a mi pueblo y moler las caras de los pobres?”, dice Dios, el SEÑOR de los Ejércitos.
Asimismo dijo el SEÑOR: “Por cuanto las hijas de Sion son altivas, andan con el cuello erguido, lanzan miradas seductoras, caminan zapateando y hacen resonar los adornos de sus pies,
el Señor pelará con tiña la cabeza de las hijas de Sion; el SEÑOR desnudará sus frentes”.
En aquel día el Señor quitará los adornos de los tobillos, las diademas, las lunetas,
los aretes, los brazaletes, los velos,
los adornos de la cabeza, los adornos de los pies, las cintas, los frasquitos de perfume, los amuletos,
los anillos, los joyeles de la nariz,
las ropas festivas, los mantos, los pañuelos, los bolsos,
los espejos, la ropa íntima, los turbantes y las mantillas.