Explicación, estudio y comentario bíblico de Isaías 33:1-4 verso por verso
¡Ay de ti, que destruyes, y nunca fuiste destruido; que traicionas, y a tib no teb han traicionado! Cuando acabes de destruir, tú serás destruido; y cuando acabes de traicionar, te traicionarán.
¡Oh SEÑOR, ten misericordia de nosotros, porque en ti hemos confiado! Sé tú nuestro brazo cada mañana; sé también nuestra salvación en el tiempo de angustia.
Los pueblos huyen ante el estruendo del tumulto; cuando tú te levantas, se dispersan las naciones.
El botín fue amontonado como se amontonan las orugas; como se lanzan las langostas, se lanzan sobre él.