Explicación, estudio y comentario bíblico de Isaías 35:3-4 verso por verso
Fortalezcan las manos débiles; afirmen las rodillas vacilantes.
Digan a los de corazón apocado: “¡Fortalézcanse; no teman! He aquí que su Dios viene con venganza y retribución divina. Él mismo vendrá y los salvará”.