Explicación, estudio y comentario bíblico de Isaías 36:11-13 verso por verso
Entonces Eliaquim, Sebna y Jóaj dijeron al Rabsaces: — Por favor, habla a tus siervos en arameo, porque nosotros lo entendemos. No nos hables en hebreo, a oídos del pueblo que está sobre la muralla.
Pero el Rabsaces dijo: — ¿Acaso me ha enviado mi señor para decir estas palabras solo a tu señor y a ti? ¿No les concierne también a los hombres que están sobre la muralla, quienes, como ustedes, han de comer sus propios excrementos y beber su propia orina?
Entonces el Rabsaces se puso de pie y gritó a gran voz en hebreo, diciendo: — ¡Oigan las palabras del gran rey, el rey de Asiria!