Explicación, estudio y comentario bíblico de Isaías 37:36-38 verso por verso
Entonces salió el ángel del SEÑOR e hirió a ciento ochenta y cinco mil en el campamento de los asirios. Se levantaron por la mañana, y he aquí que todos ellos eran cadáveres.
Entonces Senaquerib, rey de Asiria, partió y regresó, y permaneció en Nínive.
Pero sucedió que mientras adoraba en el templo de Nisroc, su dios, sus hijos Adramelec y Sarezer lo mataron a espada y huyeron a la tierra de Ararat. Y su hijo Esarjadón reinó en su lugar.