Explicación, estudio y comentario bíblico de Isaías 40:17-25 verso por verso
Todas las naciones son como nada delante de él; son consideradas por él como cosa vana, y como lo que no es.
¿A qué, pues, harán semejante a Dios; o con qué imagen lo compararán?
El escultor hace una imagen de fundición, y el platero la recubre con oro y le funde cadenas de plata.
El que es pobre para ofrecer tal ofrenda escoge una madera que no se pudra y se busca un escultor experto, para que le haga una imagen que no se tambalee.
¿Acaso no saben? ¿Acaso no han oído? ¿Acaso no se les ha dicho desde el principio? ¿Acaso no han comprendido la fundación del mundo?
Él es el que está sentado sobre el círculo de la tierra, cuyos habitantes le son como langostas. Él despliega los cielos como un velo y los extiende como una tienda para habitar.
Él convierte en nada a los poderosos, y a los gobernantes de la tierra hace como cosa vana.
Apenas plantados, apenas sembrados, apenas su tallo ha echado raíz en la tierra, él sopla sobre ellos; y se secan. El torbellino los levanta como a la paja.
“¿A quién, pues, me harán semejante, para que yo sea su igual?, dice el Santo.