Explicación, estudio y comentario bíblico de Isaías 43:14-28 verso por verso
Así dice el SEÑOR, su Redentor, el Santo de Israel: “Por la causa de ustedes enviaré a Babilonia, y haré descender a todos como fugitivos; y aun a los caldeos en sus naves de placer.
Yo soy el SEÑOR, el Santo de ustedes, el Creador de Israel, su Rey”.
Así ha dicho el SEÑOR — el que abre camino en el mar, y senda en las aguas impetuosas;
el que saca al carro y al caballo y al ejército junto con su poderío, y yacen para no levantarse jamás; son extinguidos y apagados como una mecha — :
“No se acuerden de las cosas pasadas ni consideren las cosas antiguas.
He aquí que yo hago una cosa nueva; pronto surgirá. ¿No la conocerán? Otra vez les haré un camino en el desierto, y ríos en el sequedal.
Los animales del campo me honrarán; también los chacales y los avestruces. Porque daré aguas en el desierto y ríos en el sequedal para dar de beber a mi pueblo escogido.
Este es el pueblo que yo he formado para mí; ellos proclamarán mi alabanza.
“Sin embargo, no me invocaste, oh Jacob; sino que te cansaste de mí, oh Israel.
No me trajiste corderos como tus holocaustos ni me honraste con tus sacrificios. No te hice servir con ofrendas ni te fatigué con incienso.
No compraste para mí caña aromática por dinero ni me saciaste con el sebo de tus sacrificios. Más bien, me abrumaste con tus pecados; me fatigaste con tus iniquidades.
“Yo soy, yo soy el que borro tus rebeliones por amor de mí, y no me acordaré más de tus pecados.
Házmelo recordar; entremos juntos a juicio. Habla tú para justificarte.
Tu primer padre pecó, y tus mediadores también han transgredido contra mí.
Por tanto, yo profané a los principales del santuario, y entregué a Jacob como anatema, y como oprobio a Israel.