Explicación, estudio y comentario bíblico de Isaías 43:22-28 verso por verso
“Sin embargo, no me invocaste, oh Jacob; sino que te cansaste de mí, oh Israel.
No me trajiste corderos como tus holocaustos ni me honraste con tus sacrificios. No te hice servir con ofrendas ni te fatigué con incienso.
No compraste para mí caña aromática por dinero ni me saciaste con el sebo de tus sacrificios. Más bien, me abrumaste con tus pecados; me fatigaste con tus iniquidades.
“Yo soy, yo soy el que borro tus rebeliones por amor de mí, y no me acordaré más de tus pecados.
Házmelo recordar; entremos juntos a juicio. Habla tú para justificarte.
Tu primer padre pecó, y tus mediadores también han transgredido contra mí.
Por tanto, yo profané a los principales del santuario, y entregué a Jacob como anatema, y como oprobio a Israel.