Explicación, estudio y comentario bíblico de Isaías 45:18-25 verso por verso
Porque así ha dicho el SEÑOR — el que ha creado los cielos, él es Dios; el que formó la tierra y la hizo, él la estableció; no la creó para que estuviera vacía, sino que la formó para que fuera habitada — : “Yo soy el SEÑOR, y no hay otro.
Yo no he hablado en secreto, en un lugar de tierra tenebrosa. No he dicho a la generación de Jacob: ‘Búsquenme en vano’. Yo soy el SEÑOR, que hablo lo que es justo y que declaro lo que es recto.
“¡Reúnanse y vengan! ¡Acérquense, todos los sobrevivientes de entre las naciones! No tienen conocimiento los que cargan un ídolo de madera y ruegan a un dios que no puede salvar.
Hablen, presenten su causa. Sí, que deliberen juntos. ¿Y quién ha anunciado esto desde la antigüedad? ¿Quién lo ha dicho desde entonces? ¿No he sido yo, el SEÑOR? No hay más Dios aparte de mí: Dios justo y Salvador. No hay otro fuera de mí.
“¡Miren a mí y sean salvos, todos los confines de la tierra! Porque yo soy Dios, y no hay otro.
Por mí mismo lo he jurado; de mi boca salió palabra en justicia, y no será revocada: que delante de mí se doblará toda rodilla, y jurará toda lengua.
De mí se dirá: ‘Ciertamente, en el SEÑOR está la justicia y el poder’ ”. A él vendrán, y serán avergonzados todos los que se enfurecen contra él.
En el SEÑOR será justificada y se gloriará toda la descendencia de Israel.