Explicación, estudio y comentario bíblico de Isaías 46:1-23 verso por verso
¡Bel se ha postrado; Nebo se ha doblegado! Sus ídolos fueron puestos sobre animales y sobre bestias; las cosas que llevan son pesadas, una carga para las bestias cansadas.
Se han doblegado y se han postrado juntos; no pudieron rescatar la carga y ellos mismos han ido en cautividad.
“Escúchenme, oh casa de Jacob y todo el remanente de Israel, los que son cargados por mí desde el vientre y llevados desde la matriz.
Hasta su vejez yo seré el mismo, y hasta las canas yo los sostendré. Yo lo he hecho así, y los seguiré llevando. Yo los sostendré y los libraré.
“¿A quién me harán semejante, o a quién me harán igual? ¿A quién me compararán para que seamos semejantes?
Hay quienes sacan el oro de la bolsa y pesan la plata en la balanza. Luego contratan a un platero para hacer de ello un dios. ¡Luego se postran y lo adoran!
Lo cargan sobre los hombros y lo llevan; lo colocan en su lugar. Allí permanece y no se mueve de su sitio. Aunque alguien lo invoque, no responde ni lo libra de la tribulación.
“Acuérdense de esto y tengan valor; vuelvan en sí, oh transgresores.
Acuérdense de las cosas del pasado que son desde la antigüedad, porque yo soy Dios, y no hay otro. Yo soy Dios, y no hay nadie semejante a mí.
“Yo anuncio lo porvenir desde el principio, y desde la antigüedad lo que aún no ha sido hecho. Digo: ‘Mi plan se realizará, y haré todo lo que quiero’.
Yo llamo desde el oriente al ave de rapiña, y de tierra lejana al hombre que llevará a cabo mi plan. Yo hablé, y yo haré que suceda. Lo he planeado y también lo haré.
“Óiganme, duros de corazón, que están lejos de la justicia.
Haré que se acerque mi justicia; no se alejará. Mi salvación no se tardará. Pondré salvación en Sion, y para Israel será mi gloria.