Explicación, estudio y comentario bíblico de Isaías 47:10-23 verso por verso
Confiaste en tu maldad y dijiste: ‘Nadie me ve’. Tu sabiduría y tu conocimiento te han engañado, y dijiste en tu corazón: ‘Yo, y nadie más’.
Vendrá sobre ti un mal que no podrás impedir con conjuros. Caerá sobre ti una ruina que no podrás evitar con rescate. De repente vendrá sobre ti una devastación que no te imaginas.
“Persiste, pues, en tus encantamientos y en tus muchas hechicerías, con las cuales te has desvelado desde tu juventud. Quizás puedas sacar algún provecho; quizás puedas ocasionar terror.
Te has agotado con tus muchos planes. Pues que se pongan de pie y te libren tus astrólogos, los que contemplan las estrellas y anuncian el comienzo de los meses, para pronosticar lo que vendrá sobre ti.
He aquí que serán como paja; el fuego los quemará. No librarán sus propias vidas del poder de la llama de fuego. No quedará brasa para calentarse, ni lumbre ante la cual se sienten.
Así serán aquellos con quienes tanto te has afanado, quienes han negociado contigo desde tu juventud. Cada uno divagará por su lado; no habrá quien te salve”.