Explicación, estudio y comentario bíblico de Isaías 49:8-17 verso por verso
Así ha dicho el SEÑOR: “En tiempo favorable te he respondido, y en el día de salvación te he ayudado. Te guardaré y te pondré por pacto para el pueblo, a fin de que restablezcas la tierra y poseas las heredades desoladas;
para que digas a los presos: ‘¡Salgan!’; y a los que están en tinieblas: ‘¡Muéstrense!’. En los caminos serán apacentados, y en todas las cumbres áridas estarán sus pastizales.
No tendrán hambre ni sed; ni el calor ni el sol los golpeará. Porque el que tiene misericordia de ellos los guiará y los conducirá a manantiales de aguas.
Yo convertiré en camino todos mis montes, y mis calzadas serán levantadas.
He aquí, estos vendrán desde lejos; he aquí, esos vendrán del norte y del occidente; y aquellos, de la tierra de Sevene”.
¡Griten de júbilo, oh cielos! ¡Regocíjate, oh tierra! ¡Prorrumpan en cántico, oh montes! Porque el SEÑOR ha consolado a su pueblo y de sus afligidos tendrá misericordia.
Pero Sion dijo: “El SEÑOR me ha abandonado; el Señor se ha olvidado de mí”.
“¿Acaso se olvidará la mujer de su bebé, y dejará de compadecerse del hijo de su vientre? Aunque ellas se olviden, yo no me olvidaré de ti.
He aquí que en las palmas de mis manos te tengo grabada; tus murallas están siempre delante de mí.
Tus edificadores vendrán aprisa, y tus destructores y desoladores se irán de ti.