Explicación, estudio y comentario bíblico de Isaías 49:9-20 verso por verso
para que digas a los presos: ‘¡Salgan!’; y a los que están en tinieblas: ‘¡Muéstrense!’. En los caminos serán apacentados, y en todas las cumbres áridas estarán sus pastizales.
No tendrán hambre ni sed; ni el calor ni el sol los golpeará. Porque el que tiene misericordia de ellos los guiará y los conducirá a manantiales de aguas.
Yo convertiré en camino todos mis montes, y mis calzadas serán levantadas.
He aquí, estos vendrán desde lejos; he aquí, esos vendrán del norte y del occidente; y aquellos, de la tierra de Sevene”.
¡Griten de júbilo, oh cielos! ¡Regocíjate, oh tierra! ¡Prorrumpan en cántico, oh montes! Porque el SEÑOR ha consolado a su pueblo y de sus afligidos tendrá misericordia.
Pero Sion dijo: “El SEÑOR me ha abandonado; el Señor se ha olvidado de mí”.
“¿Acaso se olvidará la mujer de su bebé, y dejará de compadecerse del hijo de su vientre? Aunque ellas se olviden, yo no me olvidaré de ti.
He aquí que en las palmas de mis manos te tengo grabada; tus murallas están siempre delante de mí.
Tus edificadores vendrán aprisa, y tus destructores y desoladores se irán de ti.
Alza tus ojos alrededor y mira: Todos estos se han reunido y han venido a ti. ¡Vivo yo, dice el SEÑOR, que con todos ellos te vestirás como si fueran joyas! ¡Y con ellos te adornarás como una novia!
En cuanto a tus ruinas, tu desolación y tu tierra destruida, ciertamente ahora serás demasiado estrecha para los habitantes; y tus destructores estarán lejos.
Aun los hijos de los cuales fuiste privada te dirán a los oídos: ‘Este lugar es demasiado estrecho para mí; dame espacio para habitar’.