Explicación, estudio y comentario bíblico de Isaías 5:11-23 verso por verso
¡Ay de los que se levantan muy de mañana para ir tras la bebida, y siguen hasta la noche, hasta que el vino los enciende!
En sus banquetes hay arpas, liras, tamboriles, flautas y vino; pero no consideran lo que el SEÑOR ha realizado ni miran la obra de sus manos.
Por eso mi pueblo es llevado cautivo, por falta de entendimiento. Sus nobles están muertos de hambre, y su multitud reseca de sed.
Por eso el Seol ensanchó su garganta y abrió su boca sin medida. Allá caerá el esplendor de ella, su multitud, su bullicio y aquel que se divertía en ella.
El hombre se ha postrado, y el ser humano se ha rebajado. Los ojos de los altivos serán humillados.
Pero el SEÑOR de los Ejércitos será exaltado en el juicio; el Dios santo será reconocido como santo por su justicia.
Los corderos serán apacentados en su pastizal, y los cabritos comerán entre las ruinas de los ricos.
¡Ay de los que arrastran la iniquidad con cuerdas de vanidad, y el pecado como con coyundas de carreta!
Ellos dicen: “Dese prisa; apresúrese su obra para que la veamos. Acérquese y venga el plan del Santo de Israel, para que lo conozcamos”.
¡Ay de los que a lo malo llaman bueno; y a lo bueno, malo! Consideran las tinieblas como luz, y la luz como tinieblas. Consideran lo amargo como dulce, y lo dulce como amargo.
¡Ay de los que son sabios ante sus propios ojos, y de los que son prudentes según ellos mismos!
¡Ay de los que son valientes para beber vino, y hombres fuertes para mezclar licor;
y de los que por soborno declaran justo al culpable, y al justo le quitan su justicia!