Explicación, estudio y comentario bíblico de Isaías 52:1-3 verso por verso
¡Despierta! ¡Despierta! Vístete de tu poder, oh Sion; vístete de tu ropa de gala, oh Jerusalén, ciudad santa. Porque nunca más volverá a entrar en ti ningún incircunciso ni impuro.
Despréndete del polvo; levántate y toma asiento, oh Jerusalén. Suelta las ataduras de tu cuello, oh cautiva hija de Sion.
Porque así ha dicho el SEÑOR: “De balde fueron vendidos; por tanto, sin dinero serán rescatados”.