Explicación, estudio y comentario bíblico de Isaías 52:1-6 verso por verso
¡Despierta! ¡Despierta! Vístete de tu poder, oh Sion; vístete de tu ropa de gala, oh Jerusalén, ciudad santa. Porque nunca más volverá a entrar en ti ningún incircunciso ni impuro.
Despréndete del polvo; levántate y toma asiento, oh Jerusalén. Suelta las ataduras de tu cuello, oh cautiva hija de Sion.
Porque así ha dicho el SEÑOR: “De balde fueron vendidos; por tanto, sin dinero serán rescatados”.
Porque así ha dicho el SEÑOR Dios: “En el pasado mi pueblo descendió a Egipto para residir allá; después Asiria lo ha oprimido sin motivo.
Y ahora, dice el SEÑOR, ¿qué tengo que ver yo aquí, ya que mi pueblo fue traído sin causa? Los que se enseñorean de él se mofan, dice el SEÑOR. Continuamente y todo el día mi nombre es blasfemado.
Por tanto, mi pueblo conocerá mi nombre en aquel día, pues yo soy el que dice: ‘¡Aquí estoy!’ ”.