• Isaías 56:2

    Bienaventurado el hombre que hace esto, y el hijo de hombre que persevera en ello, que guarda el sábado no profanándolo y que guarda su mano de hacer el mal”.

  • Isaías 56:3

    El hijo del extranjero que se ha adherido al SEÑOR no hable diciendo: “Sin duda, el SEÑOR me separará de su pueblo”. Tampoco diga el eunuco: “He aquí, yo soy un árbol seco”.

  • Isaías 56:4

    Porque así ha dicho el SEÑOR: “A los eunucos que guardan mis sábados, que escogen lo que yo quiero y que abrazan mi pacto,

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