Explicación, estudio y comentario bíblico de Isaías 59:13-23 verso por verso
Transgredimos y negamos al SEÑOR; volvemos atrás dejando de seguir a nuestro Dios. Hablamos de opresión y de rebelión; concebimos y proferimos desde el corazón palabras de mentira.
El derecho ha sido rechazado, y la justicia se mantiene a distancia. La verdad tropieza en la plaza, y la honestidad no puede entrar.
La verdad está ausente, y el que se aparta del mal es despojado. El SEÑOR ha visto esto, y el hecho que no haya justicia es malo ante sus ojos.
Vio, pues, que no había nadie, y se asombró de que no hubiera quien intercediera. Por tanto, su propio brazo le produjo salvación, y su propia justicia lo sostuvo.
Se vistió con la coraza de justicia, y puso el casco de salvación sobre su cabeza. Se vistió de ropas de venganza y se cubrió de celo como con un manto.
De acuerdo con sus hechos, así dará la retribución: ira para sus adversarios y furor para sus enemigos. Dará su retribución a las costas.
Desde el occidente temerán el nombre del SEÑOR; y desde donde nace el sol, su gloria. Porque él vendrá como río encajonado, sobre el cual impele el soplo del SEÑOR.
Entonces el Redentor vendrá a Sion. Y a los de Jacob que se arrepientan de la transgresión, el SEÑOR les dice:
“En cuanto a mí, este será mi pacto con ellos: ‘Mi Espíritu que está sobre ti y mis palabras que he puesto en tu boca no se apartarán de tu boca ni de la boca de tus descendientes ni de la boca de los descendientes de tus descendientes, desde ahora y para siempre’”, ha dicho el SEÑOR.