Explicación, estudio y comentario bíblico de Isaías 59:2-14 verso por verso
Las iniquidades de ustedes son las que hacen separación entre ustedes y su Dios. Sus pecados han hecho que su rostro se oculte de ustedes para no escuchar.
Porque sus manos se han contaminado con sangre, y sus dedos con iniquidad. Sus labios hablan mentira, y su lengua murmura maldad.
No hay quien clame por justicia ni quien vaya a juicio con integridad. Confían en la vanidad y hablan falsedades. Conciben afanes y dan a luz iniquidad.
Incuban huevos de víboras y tejen telas de arañas. El que coma de sus huevos morirá, y del que sea aplastado saldrá una serpiente.
Sus telarañas no servirán para vestirse ni se cubrirán con sus obras. Sus obras son obras de iniquidad; hechos de violencia hay en sus manos.
Sus pies corren al mal, y se apresuran a derramar sangre inocente. Sus pensamientos son pensamientos de iniquidad; destrucción y ruina hay en sus calzadas.
No conocen el camino de la paz ni hay justicia en sus sendas. Sus senderos son torcidos; cualquiera que vaya por ellos no conocerá la paz.
Por esto el derecho se ha alejado de nosotros, y no nos ha alcanzado la justicia. Esperamos luz, pero he aquí tinieblas. Esperamos resplandor, pero andamos en la oscuridad.
Como ciegos palpamos la pared; andamos a tientas, como si no tuviéramos ojos. Tropezamos tanto al mediodía como al anochecer; estamos como muertos entre los robustos.
Gruñimos todos nosotros como osos, y gemimos lastimeramente como palomas. Esperamos justicia, y no la hay; salvación, y está lejos de nosotros.
Porque nuestras transgresiones se han multiplicado delante de ti, y nuestro pecado ha testificado contra nosotros. Porque con nosotros permanecen nuestras transgresiones; reconocemos nuestras iniquidades.
Transgredimos y negamos al SEÑOR; volvemos atrás dejando de seguir a nuestro Dios. Hablamos de opresión y de rebelión; concebimos y proferimos desde el corazón palabras de mentira.
El derecho ha sido rechazado, y la justicia se mantiene a distancia. La verdad tropieza en la plaza, y la honestidad no puede entrar.