Explicación, estudio y comentario bíblico de Isaías 59:9-19 verso por verso
Por esto el derecho se ha alejado de nosotros, y no nos ha alcanzado la justicia. Esperamos luz, pero he aquí tinieblas. Esperamos resplandor, pero andamos en la oscuridad.
Como ciegos palpamos la pared; andamos a tientas, como si no tuviéramos ojos. Tropezamos tanto al mediodía como al anochecer; estamos como muertos entre los robustos.
Gruñimos todos nosotros como osos, y gemimos lastimeramente como palomas. Esperamos justicia, y no la hay; salvación, y está lejos de nosotros.
Porque nuestras transgresiones se han multiplicado delante de ti, y nuestro pecado ha testificado contra nosotros. Porque con nosotros permanecen nuestras transgresiones; reconocemos nuestras iniquidades.
Transgredimos y negamos al SEÑOR; volvemos atrás dejando de seguir a nuestro Dios. Hablamos de opresión y de rebelión; concebimos y proferimos desde el corazón palabras de mentira.
El derecho ha sido rechazado, y la justicia se mantiene a distancia. La verdad tropieza en la plaza, y la honestidad no puede entrar.
La verdad está ausente, y el que se aparta del mal es despojado. El SEÑOR ha visto esto, y el hecho que no haya justicia es malo ante sus ojos.
Vio, pues, que no había nadie, y se asombró de que no hubiera quien intercediera. Por tanto, su propio brazo le produjo salvación, y su propia justicia lo sostuvo.
Se vistió con la coraza de justicia, y puso el casco de salvación sobre su cabeza. Se vistió de ropas de venganza y se cubrió de celo como con un manto.
De acuerdo con sus hechos, así dará la retribución: ira para sus adversarios y furor para sus enemigos. Dará su retribución a las costas.
Desde el occidente temerán el nombre del SEÑOR; y desde donde nace el sol, su gloria. Porque él vendrá como río encajonado, sobre el cual impele el soplo del SEÑOR.