Explicación, estudio y comentario bíblico de Isaías 62:8-12 verso por verso
El SEÑOR juró por su mano derecha y por el brazo de su poder: “Nunca más daré tu trigo por comida a tus enemigos ni beberán los extranjeros del vino nuevo por el cual tú has trabajado.
Más bien, los que lo cosechen lo comerán, y alabarán al SEÑOR; y los que lo recolecten lo beberán en los atrios de mi santuario”.
¡Pasen, pasen por las puertas! ¡Preparen el camino para el pueblo! ¡Allanen, allanen la calzada; quiten las piedras! ¡Alcen bandera sobre los pueblos!
He aquí que el SEÑOR ha proclamado hasta lo último de la tierra: “Digan a la hija de Sion: ‘¡He aquí tu Salvador viene! ¡He aquí, su recompensa viene con él; y delante de él, su obra!’”.
Entonces los llamarán Pueblo Santo, Redimidos del SEÑOR. Y a ti te llamarán Buscada, Ciudad No Desamparada.