Explicación, estudio y comentario bíblico de Isaías 65:11-23 verso por verso
“Pero ustedes, los que abandonan al SEÑOR, los que se olvidan de mi monte santo, los que preparan mesa para la Fortuna y vierten vino mezclado para el Destino,
yo también los destinaré a la espada, y todos ustedes se arrodillarán para el degüello. Porque llamé, y no respondieron; hablé, y no escucharon, sino que hicieron lo malo ante mis ojos y escogieron lo que a mí no me agrada”.
Por tanto, así ha dicho el SEÑOR Dios: “He aquí que mis siervos comerán, pero ustedes tendrán hambre; mis siervos beberán, pero ustedes tendrán sed; mis siervos se alegrarán, pero ustedes serán avergonzados.
He aquí que mis siervos cantarán por el júbilo del corazón, pero ustedes gritarán por el dolor del corazón, y gemirán por el quebrantamiento del espíritu.
Dejarán su nombre como maldición a mis elegidos. El SEÑOR Dios te hará morir, pero a sus siervos llamará con otro nombre.
“Cualquiera que sea bendecido en la tierra será bendecido por el Dios de la verdad, y el que jure en la tierra jurará por el Dios de la verdad. Pues las angustias del pasado habrán sido olvidadas y estarán ya encubiertas a mis ojos.
Porque he aquí que yo creo cielos nuevos y tierra nueva. No habrá más memoria de las cosas primeras, ni vendrán más al pensamiento.
Más bien, gócense y alégrense para siempre en las cosas que yo he creado. Porque he aquí que yo he creado a Jerusalén para alegría, y a su pueblo para gozo.
Yo me gozaré por Jerusalén y me regocijaré por mi pueblo. Nunca más se oirá en ella la voz del llanto ni la voz del clamor.
No habrá allí más bebés que vivan pocos días ni viejos que no completen sus días. Porque el más joven morirá a los cien años, y el que no llegue a los cien años será considerado maldito.
Edificarán casas y las habitarán; plantarán viñas y comerán de su fruto.
No edificarán para que otro habite ni plantarán para que otro coma; porque como la edad de los árboles será la edad de mi pueblo. Mis escogidos disfrutarán plenamente de las obras de sus manos.
No se esforzarán en vano ni darán a luz hijos para el terror; porque serán linaje bendito del SEÑOR, y de igual manera sus descendientes.