Explicación, estudio y comentario bíblico de Isaías 66:10-16 verso por verso
“Alégrense con Jerusalén, y gócense con ella, todos los que la aman. Regocíjense, todos los que están de duelo por ella,
para que mamen y se sacien de los pechos de sus consolaciones, para que absorban y se deleiten a seno lleno”.
Porque así ha dicho el SEÑOR: “He aquí que yo extiendo sobre ella la paz como un río, y la gloria de las naciones como un arroyo que se desborda. Mamarán y serán traídos sobre la cadera, y sobre las rodillas serán acariciados.
Como aquel a quien su madre consuela, así los consolaré yo a ustedes. En Jerusalén serán consolados.
Ustedes lo verán, y se alegrará su corazón; sus huesos florecerán como la hierba. Se dará a conocer que la mano del SEÑOR está con sus siervos, pero su indignación está con sus enemigos.
Porque he aquí que el SEÑOR vendrá con fuego, y sus carros como torbellino, para descargar su ira con ardor y su reprensión con llamas de fuego.
Porque el SEÑOR juzgará con fuego; y con espada, a todo mortal. Muchos serán los que morirán a causa del SEÑOR.